lunes, noviembre 27, 2006

Watergate, peligro de extinción

Según los protagonistas que destaparon el caso Watergate, ahora mismo no podría no podría suceder algo parecido. Ellos dan dos razones, por un lado la utilización de la seguridad nacional (ampliada esta seguridad con la Ley patriótica), con lo que el presidente mandaría a juicio a los periodistas e irían a la cárcel por no revelar sus fuentes.
Y no hablemos de países donde la libertad de expresión, y cualquier otra, brilla por su ausencia, ya sea China, Cuba o Guinea Ecuatorial. En estos casos la llamada "Comunidad internacional", un ente que tanto gusta y poco hace, debería intervenir un pocquito más en ayuda de los periodistas.
Pero lo grave es que en los países que se denominan democráticos, modernos, del siglo XXI, avanzados, etc, se coarte, amenace, presione, e incluso, encarcele periodistas por el mero hecho de ejercer su función, controlar al poder poniendo en manos de los ciudadanos la información necesaria para que tenga una opinión libre.
La otra vertiente por la que se encauzan es el ruido. Si sucediese algún caso escandaloso que pusiese en tela de juicio a un gobierno, los medios de comunicación afines crearían tal maraña de información disuasoria que el hecho en sí se perdería en la alta cantidad de noticias que hoy día recibimos.
Me parece que las redes informativas en sí pueden constituir un poder, y los grandes grupos comunicativos puden hacer suyo un universo comunicativo determinado, pero del mismo modo que hay grandes grupos que comparten ideología con el poder existente, también los hay con la oposición y, en este caso, la peor consecuencia sería la de la confusión, pero en cualquier caso, la información estaría presente para que cada uno juzgase, esa es la idea de la democracia.