El sentimiento europeo

Si tuviese que definir mi sentimiento hacia el proceso de europeización del continente, sería de euroescepticismo europeísta. Aunaque parezca incompatible, se complememtan.

¿Podrá Europa formar un gran estado que nos acoja a todos?, completamente no. Para empezar los problemas culturales constituyen una gran barrera. Tenemos ya suficiente con los nacionalismo de cada país, como para ahora intentar que todos además de sentirnos del país de origen, lo seamos europeos.

Esa es una grave realidad. Basta con escuchar los comentarios que hacen referencia a la entrada de Bulgaria y Rumanía. ¿Quién no ha escuchado o dicho?, "pues ahora si que van a poder robar chalets", o "con los que son hasta crearan sus partidos y llegarán a los ayuntamientos", yo constantemente. El proceso de racismo que se vive en el viejo continente puede acabr con el mismo. Ya que, como reza la canción, allá donde voy me llaman el extranjero, donde quiera que estoy el extranjero me siento.

Un comapñero me dijo hace poco, que, ¿cómo íbamos sentirnos europeos si ni respetamos la propia bandera de nuestro país?, yo lo compendro, pero mientras que haya que respetar banderas y no a las personas, estaremos incurriendo en un grave error.

Pero no digo que conformar una fuerte Unión Europea sea negativo. Gracias a ella países débiles pueden salir reforzados mediante subvenciones y un proceso de democratización total. El ejemplo lo tenemos en casa. Una España grande y libre ha sido posible gracias a las ayudas de los países miembro y no a las consignas de un dictador follonero.

Es hora de devolver el favor y, entre todos, crear una sociedad supranacional europea que sea capaz de recoger todos los sentimientos y los aúna sin destruirlos. No creo que esto sea posible, por ello digo que pienso que soy un euroescéptico europeísta.

El hecho de que haya países que rechazan la Constitución Europea también es un mal signo. Si lo que una al viejo continente es una mera cooperación entre países, dejaremos que las potencias más fuertes actúen según su conveniencia, no se puede permitir que al decir que somos de la Unión Europea sea porque todos utilizamos el euro.